2015 Fifa Mundial de Clubs: BARCELONA 3 RIVER 0
Decía en la víspera de la final Marcelo Gallardo, el entrenador de River, que tenían que ser perfectos si querían ganar al Barcelona en la final del 2015 Fifa Mundial de Clubs. Pues fueron casi perfectos durante 40 minutos de partido… justo hasta cuando encajaron el primer gol
Hasta entonces el sistema defensivo de River Plate fue impecable: todos los jugadores colaboraron en mantener una presión alta y en evitar la profundidad en el juego por parte de los centrocampistas del Barcelona. Ninguno de ellos era de capaz de encontrar a los tres delanteros en situaciones de remate. Así, el Barcelona seguía teniendo la posesión por encima del 60% pero daba la sensación de que River tenía el partido controlado. Pero sólo eran una apariencia porque cuando juegas contra el Barcelona y Messi aparece dentro del área y en una difícil postura es capaz de poner el balón pegado al poste dentro de la portería, se demuestra que no estaba el partido controlado.
Estoy bastante seguro que el plan de juego de Gallardo era hacer un «partido largo», en el sentido de llegar al tramo final con un empate en el marcador. Pero también creo que cambió en el descanso, cuando hizo dos cambios y el orden defensivo de la primera parte se convirtió en caos al principio de la segunda.
En mi opinión, la principal fortaleza en el juego de River en la primera parte fue que tenían superioridad en el centro del campo con un jugador más o incluso con dos jugadores más cuando uno de los dos puntas bajaba a ayudar en la presión. Sin embargo, tras los cambios, los centrocampistas del Barcelona estuvieron más libres y con más espacios, así como los delanteros que también tenían espacios libres hacia adelante. Así, Busquets controló el balón plácidamente en el centro del campo y pasó en profundidad a Suárez que se plantó rápidamente en frente del portero argentino, al que batió en un túnel afortunado. En ese momento, faltando todavía 40 minutos, podríamos decir que técnicamente el partido se acabó ya que los jugadores de River no dieron nunca sensación de estar mentalmente preparados para remontar el partido.
La posesión, como era previsible, fue 63% para el Barcelona y 37% para River. Pero hubieron otros factores más sorprendentes en esta final del Fifa Mundial de Clubs:
- Fueras de juego: Sólo 2 el Barcelona cuando la línea defensiva de River estuvo muy arriba. Esto originó muchos espacios libres para el Barcelona, sobretodo en la segunda parte
- River hizo 22 faltas, la mayor parte de ellas en el centro del campo y en la primera parete, cuando realmente controlaron al Barcelona lejos de su propia portería
En cuanto al juego del Barcelona, utilizó el habitual 1-4-3-3. Muchos pases y mucha presión tras pérdida para evitar la progresión en el juego del equipo argentino. Además, el equipo fue suficientemente paciente para encontrar el momento propicio para marcar y a partir de entonces todo fue más fácil.
Aunque Messi y Neymar no estaban al 100% de su capacidad en este partido, son lo bastante buenos para competir a este nivel. Además, estaba Suárez, ese delantero centro goleador que todo entrenador quiere para su equipo: agresivo no solo en ataque sino en defensa, impidiendo la cómoda circulación de balón desde atrás del equipo argentino.
Los centrocampistas como de costumbre jugaron con la regularidad habitual, destacando las pocas pérdidas de balón en la primera parte cuando más presionados estaban. Ni los defensores ni el portero tuvieron mucho trabajo en este partido.
Un año más, el continente europeo domina el FIFA Mundial de Clubs. En los últimos 10 años, sólo el Corinthians brasileño ha sido capaz de ser campeón y preveo que en otros diez años la tendencia sea parecida.